Cuando estamos estudiando una formación profesional, no tenemos en cuenta algo básico.
Tan básico, que podemos estar condenando nuestro futuro.
Estamos cavando nuestra propia tumba profesional.
Cuando estudiaba electrónica, con 13 o 14 años, estaba perdido.
Me flipaba soldar y crear circuitos que hicieran algo por sí solos.
Era como dominar la magia.
Peeerooo….
Me quemé.
La mayor parte del tiempo no estaba creando.
Solo intentando comprender y memorizar un montón de información poco relevante.
Historia, matemáticas, lengua…
Un montón de datos que en aquel momento solo me apartaban de mi objetivo.
Como cuando conduces por un pueblo antiguo, y te obligan a girar donde no quieres, hasta que acabas perdiéndote por completo.
Total, que con el paso de los años me he dado cuenta de algo.
No damos importancia a la importancia.
¿Qué quiero decir con esta mierda de frase?
Es sencillo.
No valoramos lo necesario que es valorar la importancia de las cosas ANTES de empezar a aprender sobre ellas.
Si estamos en la escuela, no pensamos si lo que estamos estudiando es importante o no.
Si alguien nos hiciera ver con claridad que ese conocimiento será esencial en nuestra vida, prestaríamos atención como si estuviéramos hipnotizados.
Pero cuidado.
Seguro que hasta aquí estás de acuerdo conmigo.
El problema es que esto nos sigue ocurriendo de mayores.
Cuando no hemos dado importancia a algo de jóvenes, no se la damos nunca.
Cuesta muchísimo cambiar esto.
En la escuela no nos han enseñado a entender bien una nómina, o una factura de electricidad, o una póliza de seguros.
Sin embargo, son temas muy importantes, que nos pueden traer muchos problemas.
¿Quién se ha puesto a estudiar cómo interpretar correctamente una póliza de seguros, o una factura eléctrica?
Solo quienes no han tenido más remedio, porque lo necesitaban para su trabajo, o porque han tenido un problema gordo que no les ha dejado otro remedio.
En definitiva.
Somos los principales culpables de nuestras limitaciones profesionales.
No nos hemos preparado para ser buenos en lo nuestro, porque no le hemos dado importancia.
Y seguramente seguiremos así siempre.
Como mucho nos engañaremos pensando que hemos buscado un vídeo en YouTube sobre el tema.
Que hemos cumplido.
Pero no.
Te has engañado.
No serás sincero contigo mismo hasta que lo reconozcas.
Piensa en cuántas veces has pensado en que debías aprender algo importante, y lo has ido dejando.
¿Mejorar tu inglés para poder leer esos libros que no encuentras en español?
Yo que sé.
Cada uno tiene sus temas pendientes.
Echamos la culpa a la falta de tiempo, o de dinero, o de apoyo familiar.
¿Esa es realmente la causa?
Hoy estoy reflexivo.
Dale una vuelta a este tema, piensa en qué temas estás enterrando bajo un montón de excusa.
Analiza qué conseguirías si los afrontaras de una vez.
Y piensa en cómo puedes ponerte con ellos de una vez.
– Cuánto tiempo te llevará
– qué pasos necesitas dar
– y cómo puedes ponerte y terminar de una forma eficaz.
Seguramente no es tan difícil si eres realista con los tiempos y pasos.
Tengo un curso que entraría en esta filosofía.
Nadie valora a priori la importancia de la mentalidad al reparar.
Todo el mundo quiere aprender técnicas que puedan aprender hoy y usar mañana:
– Cómo soldar componentes SMD…
– Cómo comprobar si un integrado está funcionando o no…
– Cómo desmontar una caja de plástico que no tiene tornillos…
Pero no es fácil dedicar tiempo y esfuerzo a aprender a hacerte las preguntas correctas.
Aunque ese conocimiento te va a servir mucho más que todas las técnicas que acabo de mencionar.
Reparar más averías, en menos tiempo.
Sobre todo, enfrentarte a averías complejas en máquinas que nunca antes has visto.
Es un curso buenísimo (sí, está mal que yo lo diga, pero es verdad).
Mira la página del curso, y si tienes dudas me preguntas:
PD: ¿Qué tema es el que llevas arrastrando desde la escuela y no acabas de resolver? Cuéntamelo respondiendo a este correo.
PD2: Este artículo es una copia de un correo que envié en 2022. Cada día envío un email, y muy pocos los publico aquí. Si quieres recibirlos, apúntate haciendo clic aquí. Si no estabas apuntado, nunca sabrás lo que escribí ayer.
Daniel dice
Buenas Eugenio,
Antes de nada agradecerte esta publicación.
Hace tiempo que estoy pensando en cambiar de sector. (Actualmente trabajo como técnico en sistemas de seguridad)
Me gustaría entrar en el mundo del mantenimiento industrial, pero no sé bien bien como meter las cabeza en el sector.
He visto que hay dos FP’s de grado superior uno de mecatrónica y otro de automatización y robótica industrial, tú me recomendarías hacer alguno de ellos?
Me podrías asesorar sobre como dar ese cambio de rumbo en mi deriva profesional?
Gracias y un saludo!
Eugenio Nieto dice
Habría que ver si realmente partes desde cero, por lo que te recomendaría una FP, pero si ya tienes cierto conocimiento y experiencia, igual hay otros caminos más directos para empezar a ganarte la vida en el sector, y terminar de formarte en paralelo.
Depende de dónde vives, de las empresas que hay a tu alrededor, etc.
Yo intentaría entrar en el sector del mantenimiento, aunque sea como técnico de baja cualificación.
Hay empresas que necesitan técnicos auxiliares para trabajos sencillos, supervisados por personas más expertas.
Esta opción es perfecta para aprender de los maestros mucho más rápido que en la escuela.
Eso sí, es importante seguir formándote en paralelo.