Todos queremos ahorrar pasta en el mantenimiento de nuestra empresa.
Si eres el dueño para que el negocio vaya mejor.
Si eres el responsable de mantenimiento, para tener más recursos para otras cosas.
Si eres técnico, para no tener tanta presión.
Leemos que el mantenimiento no es un gasto, sino una inversión.
Pero los números no dicen lo mismo.
Sabemos que podemos mejorar. Pero ¿cómo?
No te voy a cambiar la vida.
No puedo hacer que una fábrica desastrosa pase a ser perfecta.
No hago milagros.
Lo que sí hago es compartir mis sistemas y conocimientos.
Los que he comprobado que funcionan.
En unas empresas más que en otras.
Hay muchos sistemas que solo funcionan en situaciones muy concretas.
Aunque algunos libros digan que son el estándar a seguir.
Solo unos pocos pueden adaptarse para conseguir (casi siempre) buenos resultados.
Estos son los que me interesan.
Estos son los que te interesan.
Porque son fáciles de adaptar a tu situación.
Consigues buenos resultados con poco esfuerzo.
No te lo voy a contar todo de golpe.
Sería agobiante para ti.
Así que lo mejor es que te apuntes en la lista de correo para recibir mis emails.
Cada día envío un email (o casi todos).
Con algún truco, conocimiento, consejo, reflexión…
Algo que crea que puede servirte en tu trabajo.
Los envío de forma gratuita.
Lo único que pido a cambio es que los leas.
Si dejan de interesarte, en cada email hay un enlace para borrarte de la lista y no recibir más correos.
También te hablo de mis servicios y formaciones de pago (si no te parece bien, no te apuntes).
¿Quién es este tío que te habla (bueno, que te escribe)?
Soy Eugenio Nieto.
Llevo prácticamente toda mi vida rodeado de cables.
Mayormente enfocado a lo que tiene que ver con la reparación.
Electricidad, electrónica, informática, mecatrónica…
No solo he reparado.
También he dado mucha formación a otros técnicos.
Y también he estado al frente de departamentos técnicos.
Me ha tocado desarrollar sistemas de planificación.
Como la información y herramientas que encontraba no me convencían, tuve que:
- Investigar
- Desarrollar mis propias herramientas
- Usarlas y mejorarlas
Así, durante algunos años, en algunas empresas, con algunos clientes.
Podría contarte que me di un golpe con una mesa y tuve una revelación.
O que viajé al Tibet y allí descubrí el secreto.
Pero no.
Es aprender, probar, perfeccionar, y vuelta a empezar.
Si quieres ahorrarte una buena parte de todo este proceso, apúntate y te lo voy contando: