12 razones para tomar fotografías de tus reparaciones

¿Eres buen fotógrafo?

¿Tomas fotografías de tus reparaciones?

¿Las tienes bien organizadas?

Tener un archivo fotográfico de todas las intervenciones que realizas puede serte muy útil.

Por qué debes tomar fotografías de tus reparaciones

Documentar una reparación no es opcional.

Cuando llevas realizadas muchas intervenciones, la memoria olvida la mayor parte de los datos, y los que quedan retenidos se mezclan entre sí.

Registrar todas tus órdenes de trabajo es muy práctico, pero el texto a menudo resulta insuficiente.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras.

Llevo algunos años fotografiando gran parte de las máquinas según las voy reparando.

Sobre todo cuando tomo las fotografías en el domicilio del cliente y más tarde debo buscar un repuesto desde el taller.

[piopialo]Si no hay foto, no hay repuesto [/piopialo]

Aunque muchos técnicos tenemos afición por la fotografía (habría que estudiar esta relación), no es tan habitual tomar imágenes de las reparaciones.

Hay muchas circunstancias en las que una fotografía puede serte muy útil.

1. Acordarte de la máquina

Puede parecer una tontería, pero a veces llama un cliente hablando sobre un problema en una máquina, y tú ni siquiera sabes de lo que te está hablando.

Sobre todo si hace mucho tiempo que no la ves.

Buscando en tu disco duro, puedes recordarla rápidamente, y es posible que puedas asesorar al cliente para que la pueda reparar él mismo.

No habrás ganado dinero ese día, pero tu cliente te querrá un poquito más, y el karma nunca olvida.

2. Documentar una avería como prueba legal o para prevenir reclamaciones

Muchos técnicos de televisión y electrodomésticos están acostumbrados a que sus clientes le reclamen por el DVD de Titanic que estaba dentro del equipo, o porque tiene un arañazo que antes no estaba, etc.

Siempre es recomendable fotografiar los desperfectos con los que te llega una máquina, y comentarlos con el cliente antes de intervenir.

En el caso de los vehículos de alquiler, esto se hace habitualmente, y se firma por ambas partes, como contrato.

También puede ocurrir un siniestro o avería grave en el que te veas afectado como responsable del mantenimiento de una máquina.

Otras veces, si no puedes enseñar al cliente cómo ha quedado el equipo tras la reparación, es mejor tomar fotografías o incluso grabar vídeos para demostrar que está funcionando correctamente.

3. Realizar consultas al fabricante

El fabricante conoce la máquina mejor que tú (o debería).

Es más rápido enviarle una imagen que explicarle una vería si no conoces el nombre de las piezas.

Con WhatsApp o un email te entenderá en un par de minutos.

4. Capturar los datos de la placa de características

A mí no me gusta estar copiando todos los datos de la placa de características, así que suelo anotar marca, modelo y número de serie, y guardar una fotografía por si necesito consultar más datos.

5. Guardar el logotipo de un componente, para buscar su fabricante

Si no eres un artista dibujando, en alguna ocasión deberás buscar un componente del que no conoces el fabricante, y deberás localizarlo a partir de su logotipo.

6. Documentar la forma de una pieza, para buscar un repuesto equivalente

¿Alguna vez has tenido que buscar un componente y el proveedor te ha dado una alternativa diferente?

Más de una vez me ha pasado, y a la hora de montarlo no había forma, o he tenido que hacer maravillas.

Con una buena fotografía, puedes mostrar la pieza y el lugar donde va montada, para que el proveedor pueda ofrecerte la mejor opción.

7. Tener todos los datos marcados de un componente electrónico

Algunos fabricantes de componentes electrónicos son muy imaginativos.

Un puntito, un guión, o un texto en una determinada posición, pueden tener un significado muy importante para localizar el repuesto, sobre todo en los componentes SMD, donde el código marcado no tiene nada que ver con el valor del componente.

Lo más práctico es tener la fotografía, y así tienes todos los datos posibles para empezar a buscar.

8. Marcar la posición de los cables y conectores

Hay equipos que tienen cableados codificados por colores.

Sin embargo, es un poco entretenido tener que estar anotando la posición de cada uno.

Con una fotografía estará documentado en segundos.

9. Ver una pieza inaccesible, donde no entra la cabeza pero sí la mano

Ver el código de un rodamiento montado es complicado, a veces no hay sitio para meter la cabeza, y no queremos desmontar la máquina hasta estar seguros de tener el repuesto preparado.

Con tu teléfono puedes meter la mano por un hueco y tomar varias fotografías, hasta que en alguna se vea claramente la numeración.

Pero ten cuidado, no queremos que tu teléfono acabe en el fondo del aceite.

10. Prevenir componentes estallados o volatilizados

En varias ocasiones me he encontrado componentes estallados, y era imposible ver su numeración.

Gracias a una fotografía anterior, o de otro equipo idéntico, he podido reparar la placa sin mayores problemas.

Cuando abro un equipo que creo que voy a reparar más veces, intento tomar muchas imágenes para que salgan todos sus componentes.

Así creo una especie de archivo para tenerlo todo bien documentado.

11. Crear un catálogo o portafolio de tus trabajos, con fines comerciales o para tu web/blog

Di la verdad, te encanta ver fotos y dibujitos en el blog.

A nadie le gusta leer textos largos sin imágenes.

Además, a veces quieres explicar algo, y no encuentras la forma de expresarte.

Con una imagen todo es más rápido y claro.

12. Tener un fotocurriculum para buscar empleo

¿Crees que los seleccionadores de personal leen todos los curriculums?

En realidad, los descartan casi todos.

Se quedan primero con los que les llaman la atención, o tienen un aspecto muy cuidado.

Imagina su cara cuando vea un curriculum lleno de fotografías explicando tus reparaciones más épicas.

También te da credibilidad, porque de algún modo demuestras lo que has escrito.

Hay que reconocer que los curriculums son algo muy artificial, a veces llenos de mentiras.

Si los estudios sobre calidad de la educación se basaran en los curriculums, España tendría un nivel de inglés espectacular.

Cómo tomar buenas fotografías de reparaciones

Por tomar buenas fotografías no me refiero a preparar una exposición en una galería de arte, ni a ganar un premio internacional.

En nuestro caso, la imagen debe contener toda la información que necesitamos.

Dependiendo de el entorno en el que trabajemos, necesitaremos un equipo más o menos sofisticado.

Normalmente, con la tecnología actual, será suficiente con un teléfono con cámara y flash.

Actualmente utilizo mi teléfono (Samsung Galaxy S4 mini) para tomar fotografías de forma habitual, y una cámara reflex (Canon EOS 1100D) cuando estoy en el taller, o en reparaciones que tengo un especial interés en documentar, sobre todo para el blog.

Son equipos muy asequibles, pero con la suficiente calidad para este propósito.

La Canon es lo más económico en cámaras reflex, y también graba vídeo en alta definición. Además, la he «tuneado» para instalar una toma para micrófono externo, que es el principal inconveniente de este modelo.

Tampoco es necesario que te saques un doctorado sobre fotografía de reparaciones industriales. Es suficiente con dominar dos factores, el enfoque y la iluminación.

Enfoque

Cuando fotografías texto, o en componentes muy pequeños, el enfoque es esencial.

Una fotografía mal enfocada no te sirve para nada, porque no podrás leer los códigos.

En los teléfonos, suele ser suficiente con tocar la pantalla sobre el punto de la imagen que quieres enfocar, en este caso el código del componente.

Lo habitual es que se marque un cuadro o un punto de color verde, para confirmar que el enfoque se ha realizado.

En las cámaras es habitual que puedan configurarse los puntos de enfoque. En el manual te lo explican perfectamente (sí, ese libro que venía dentro de la caja de la cámara).

Si estás muy cerca del objeto, es posible que no te permita enfocar, por lo que deberás alejarte un poco e ir probando.

Si tu cámara tiene opción de macro, actívala, y te será más fácil enfocar en distancias muy cortas.

Ten en cuenta la profundidad de campo.

Antes de que me preguntes lo que es, yo te lo explico.

Según el objetivo de la cámara, hay una zona que queda enfocada, y todo lo que hay más cerca y más lejos se desenfoca.

Esta zona enfocada es la profundidad de campo, y puede ser mayor o menor.

En las fotografías tomadas desde muy cerca, es normal que la profundidad de campo sea muy corta, por lo que una parte de un texto puede quedar enfocada, y el resto no.

Para corregir este problema, debes tomar la fotografía perpendicularmente, para que todo el texto esté aproximadamente a la misma distancia de la cámara.

Ten en cuenta que una vez que la cámara está enfocada, no puedes acercarte ni alejarte, porque el objeto quedará fuera del campo, y no saldrá enfocado.

Iluminación

No estarás pensando en tomar fotografías en el interior de una máquina oscura sin flash.

Salvo que tu cámara tenga un objetivo muy sensible, necesitarás una buena iluminación.

Cuanta más luz, menos tiempo estará abierto el diafragma de la cámara, y más nítida saldrá la imagen.

Si no es posible aumentar la iluminación, tendrás que fijar la cámara para que no se mueva ni vibre mientras toma la imagen.

Una imagen movida, no te permitirá leer los textos.

Si la imagen es muy oscura, además, saldrá pixelada con puntitos de colores, que no podrás corregir ni con Photoshop.

Lo ideal es usar un trípode, aunque no siempre es posible.

Una buena linterna te puede ser muy útil.

Yo utilizo una aplicación en el teléfono que convierte el flash en linterna, y así puedo ver la pieza que quiero fotografiar, enfocarla y fotografiarla tranquilamente.

El exceso de luz también es perjudicial. Un reflejo sobre un texto puede arruinarte la fotografía.

El flash de la cámara será tu enemigo, porque necesitas su luz pero debes evitar los reflejos.

Deberás buscar el ángulo más adecuado para evitar los reflejos, con cuidado de no desenfocar una parte del texto.

Si no lo consigues, desactiva el flash y usa una linterna para iluminar la pieza lateralmente.

Empieza a practicar ahora

Ahora ya conoces la teoría, no necesitas saber mucho más por ahora.

Para dominar este tipo de fotografía, lo más importante es conocer tus equipos.

Haz muchas pruebas, toma muchas fotografías y después obsérvalas en una pantalla grande.

Comprueba el enfoque y la iluminación.

También puedes corregirlas con software, no hace falta usar Photoshop.

Cualquier aplicación que te permita corregir los niveles de luces puede ser suficiente.

Pero recuerda que una aplicación no puede hacer milagros con una imagen mal tomada.

Si está muy desenfocada, quemada (con una zona blanca por exceso de luz, como un reflejo) o demasiado oscura no podrás hacer casi nada.

No te preocupes si no obtienes buenos resultados al principio.

Solo es cuestión de fijarte bien en lo que haces y aprender.

Te toca a ti

¿Para qué otras situaciones utilizas la fotografía en tus reparaciones?

¿Cuál es tu principal problema con tu cámara?

¿Tener una fotografía te ha salvado de un gran problema?

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Eugenio