La fórmula 1 es un deporte del que se aprende mucho.
Se puede ser mejor técnico solamente mirando la TV.
Te pongo un ejemplo y lo verás claro.
Cuando termina una carrera…
El piloto ganador se baja del coche y hay un montón de micrófonos recogiendo sus primeras palabras.
Los datos ya han aparecido en pantalla:
– Los segundos que ha sacado al segundo piloto…
– Lo que ha tardado en dar la mejor vuelta…
Nadie le pregunta sobre esos datos.
Son evidentes.
Lo que suele decir el piloto, es si se ha encontrado bien o mal durante la carrera:
«Hemos sufrido bastante porque las ruedas estaban muy degradadas»…
«A lo largo del fin de semana me he ido encontrando mejor»…
Habla sobre sensaciones.
No sobre datos numéricos.
Asocia temas subjetivos con el éxito o el fracaso en la carrera.
Y todo el mundo le toma en serio.
Porque es un campeón.
Sabe de lo que habla.
No está poniendo excusas.
Ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar.
Tiene autoridad.
En una fábrica ocurre algo parecido.
Si tienes autoridad, nadie te pide datos.
Solo quieren que les digas cómo son tus sensaciones:
– Crees que todo va mejor…
– Que la línea que daba tantos problemas está ganando estabilidad…
Y ya está.
Raras veces te piden que lo demuestres con datos.
Porque los datos son para justificar ante quien no te conoce.
Es decir…
Si tu superior directo no tiene que dar explicaciones a nadie, no hay datos que valgan.
Tu palabra es suficiente.
Si tu superior debe responder ante otros superiores, que no han oído hablar de ti porque están en otro continente…
Ahí es cuando los datos mandan.
Es cuando tienes que rellenar una gráfica.
Aunque lo normal es no tener que dar muchas explicaciones.
Resumiendo:
– Si tienes autoridad, es suficiente con transmitir tus sensaciones.
– Si no tienes autoridad, tendrás que tirar de los datos.
Autoridad no significa ser el jefe.
Seguro que sabes de lo que te hablo.
Porque la autoridad no se firma en un contrato, te la ganas demostrando que eres un campeón.
Si todavía estás en fase de demostrar, debes controlar los datos.
Con un sistema cómodo, que te permita centrarte en lo que te hace ganar carreras.
Y si algo se complica, siempre tendrás información para saber qué está fallando y dónde debes enfocarte.
Porque no se trata de ganar una carrera e irte a casa, hay que estar siempre en el podio.
PD: Mi sistema en el enlace de más arriba.
PD2: Este artículo es una copia de un correo que envié el 22/02/2022. Cada día envío un email, y muy pocos los publico aquí. Si quieres recibirlos, apúntate haciendo clic aquí. Si no estabas apuntado, nunca sabrás lo que escribí ayer.
Deja una respuesta