Los burros hacen muchas cosas.
Una de ellas es dar coces.
Así que nunca toques los hu…os a un burro.
Y menos si estás justo detrás de él.
Porque una coz de burro te puede matar.
Después de este apunte de cultura general, vamos a lo importante.
Hace un tiempo vi una situación curiosa.
Una avería repetitiva.
De las difíciles.
De esas en las que una pantalla te da un error distinto cada vez.
Y de repente la máquina vuelve a funcionar durante días.
Cada cierto tiempo se repite el ciclo.
Además, no es una máquina de esas que pulsas el reset y arrancas.
Cada vez hay que desmontar piezas, ponerla en posición cero, y volver a montar.
Con suerte arranca, o, como en este caso, muestra una alarma distinta.
A veces se pierden horas probando cosas hasta que vuelve a funcionar por casualidad.
Así durante meses.
Quizás años.
Es una máquina en edad de jubilación.
Se han cambiado casi todos los elementos relacionados, y sigue igual.
Ahora viene lo divertido…
Un «jefe» llama por teléfono al técnico, y le dice que antes de tres horas quiere saber la causa de esa alarma.
¿Esto es motivación?
¿Es presión saludable (si es que eso existe)?
Para mí, es tratar al técnico como si fuera un burro.
Y no solo eso, es tocarle los hu…os.
Por suerte fue una llamada telefónica.
Imagina si se pone delante…
O detrás.
Se hubiera llevado una buena coz.
Ojo…
No siempre se trata de una coz literal (salvo que el técnico sea realmente un burro).
Puede ser una coz metafórica.
¿Qué significa?
Enfrentarse al jefe…
Dejar la máquina parada deliberadamente…
Buscarse otro trabajo…
Nada bueno.
Hace mucho tiempo que ningún cliente me trata como a un burro.
Pero sí que me ha pasado.
Varias veces.
Quizás demasiadas.
Con el tiempo, he aprendido a evitar que me te traten como a un burro.
Antes de que se les pase por la cabeza hacerlo.
Aunque estén acostumbrados a hacerlo con todo el mundo.
¿Cómo?
Fácil.
Demostrando que no soy un burro.
Sin decirlo.
Decirlo es fácil.
Demostrarlo no tanto.
Pero cuando resuelvo un problema que llevaba años volviendo locos a varios técnicos, el respeto aumenta.
Y cuando te respetan no te tratan como a un burro.
Salvo que ellos también sean burros, y no sepan tratar a los demás de otra forma.
En ese caso, huye de la manada.
Otra forma de ganar reconocimiento es siendo organizado.
Haciendo las cosas bien.
Esto es muy subjetivo, pero funciona.
Dentro de unos días te contaré alguna técnica muy útil para esto.
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