El departamento de mantenimiento no es algo tan generalizado como puede parecer.
Muchas pequeñas y medianas industrias no tienen personal técnico propio.
Esto significa que el mantenimiento no existe. Solamente hacen «reparamiento».
Cuando tienes dos máquinas, y si hay una avería puedes aplazar la producción sin mayores consecuencias, perfecto.
Pero la realidad es muy distinta.
Cuando surge una avería, todo el mundo empieza a correr sin rumbo fijo, como las hormigas cuando tapas la entrada al hormiguero.
El técnico que normalmente soluciona este tipo de averías no está disponible permanentemente, esperando a que a ti te surja un problema.
Es muy probable que no pueda acudir inmediatamente, y cuando lo hace hay que diagnosticar el problema, buscar los repuestos necesarios, ejecutar los trabajos…
La parada puede prolongarse bastante.
En algunos casos, el cliente final está esperando el producto cuando la máquina todavía está parada.
En el mejor de los casos, la empresa se da cuenta de que este tipo de incidentes ya no es solo cuestión de reparar la avería.
Toda la empresa se ve afectada, porque se pierde la planificación, y lo peor de todo: afecta al cliente.
Una fábrica que tiene estos problemas habitualmente, está condenada a muerte.
No se puede dar un plazo a un cliente, y que su producto se retrase por una avería.
Una vez lo entenderá, pero si se repite más veces, el problema es grave.
También hay que entender que el cliente suele ser un intermediario, que también ha dado su propio plazo de entrega, y deberá dar muchas explicaciones.
Si tu cliente pierde a sus clientes, tú pierdes a tu cliente
En cualquier momento aparece otro proveedor más serio que cumple sus compromisos, y tu cliente se irá con él encantado.
La solución habitual
¿Cómo solucionan esto las empresas?
Me gustaría decir que hacen un estudio, se dejan asesorar por un consultor, planifican una estrategia, y dan los pasos más adecuados.
Pues bien, esto casi nunca es así.
Lo que ocurre en la práctica, es que buscan a un «pardillo», normalmente un técnico con poca experiencia en gestión, para así poder pagarle un salario «regular».
El técnico, con toda su voluntad, vocación y ganas de demostrar de lo que es capaz, se buscará la vida para crear un sistema de mantenimiento en condiciones.
Además, muchos empresarios han oído hablar del mantenimiento preventivo, de planes de mantenimiento, y derivados.
Se sientan con el técnico en una mesa muy grande de una madera muy cara, y le dicen:
– Tienes que elaborar un plan de mantenimiento y ponerlo en marcha.
Fín de la conversación.
El técnico, con toda la buena intención del mundo, incluso ilusionado por este reto, se pone a investigar, buscar información, pedir ayuda…
Pero el problema es que estas cosas no se aprenden en un solo día.
Empieza a reunir datos, numerar las máquinas, crear hojas de cálculo…
Se da cuenta de que es mucho trabajo, y no sabe los pasos que debe dar ni el orden.
Descubre un curso online, que puede ayudarle a planificar el proceso.
Lo habla con su jefe, que le dice:
– ¿Pero tú no eres técnico? Deberías saber hacerlo. Eso es muy fácil, solo tienes que hacer una tabla con todas las máquinas, poner cada cuánto tiempo hay que cambiar el aceite, y ya está.
El técnico vuelve a su trabajo pensando que no es tan fácil como cree su jefe, o a lo mejor no es tan difícil como cree él.
Así pasa el tiempo, y poco a poco los datos van estando más o menos ordenados.
Llega el momento de ir empezando a ejecutar el nuevo sistema.
El técnico advierte de que necesita cambiar el aceite de una máquina concreta.
El jefe le dice que esa máquina está ocupada, y que se dedique a otra.
Cada vez que quiere ejecutar una acción, no le dejan, por lo que el plan no tiene ningún sentido.
El técnico se desmotiva, porque ve que está perdiendo el tiempo.
Piensa en las horas de su tiempo libre que ha dedicado a investigar para hacer su trabajo lo mejor posible.
Cuando ocurre una avería, el jefe le dice al técnico que su sistema no funciona, porque las máquinas se averían igual que antes.
El técnico no sabe si llorar o usar la violencia, así que decide callarse y seguir con su trabajo.
Se siente frustrado porque no ha conseguido elaborar un plan de mantenimiento.
Cree que no está capacitado para ese trabajo, y tarde o temprano se acabará yendo.
Hay muchos técnicos en esta situación, muchos más de lo que parece.
Y realmente la culpa no es de ellos.
¿Por qué fracasa un plan de mantenimiento?
Porque el plan de mantenimiento no lo hace un técnico, ni siquiera un ingeniero, jefe de mantenimiento, mantenimaster, o como quieras llamarlo.
El plan de mantenimiento lo hace la gerencia. El dueño, el administrador, la junta directiva, o quien tome las decisiones estratégicas al más alto nivel.
A lo mejor te has quedado un poco loco con lo que te acabo de decir.
Es verdad, en las escuelas de administración de empresas no enseñan a elaborar planes de mantenimiento.
Y paradójicamente (no sé si esta palabra existe, el corrector dice que paradójica sí, pero paradójicamente no, qué paradójico…), en las escuelas de mantenimiento industrial se enseñan mil formas de elaborar un plan de mantenimiento.
Qué lío, ¿verdad?
Pues ahora lo vas a entender.
La estrategia de mantenimiento debe partir de esta base:
- ¿Qué objetivos quieres conseguir con el sistema de mantenimiento? Reducir los tiempos de parada, reducir el coste de las intervenciones, prever las paradas para planificar la producción, etc.
- ¿Cuáles son las prioridades? Es más importante seguir el plan previsto o aguantar al máximo para no parar las máquinas.
- ¿Qué recursos serán necesarios? Aplicaciones informáticas, personal, formación, consultores, etc.
- ¿Qué se está dispuesto a sacrificar? Si habrán personas que perderán capacidad de decisión, si habrá que perder producción puntual para mejorar la continuidad, etc.
- ¿Quienes serán los responsables de la elaboración del plan? Definir las competencias, para que no surjan conflictos.
- Definir una hoja de ruta. Hay que planear los pasos y las fechas en que se van a dar. Si no se definen plazos, todo se puede alargar indefinidamente. Si parece que no se va a cumplir un plazo, hay que actuar antes, para ver si hace falta reforzar algo, o simplemente modificar la hoja de ruta.
Desde el momento en que la empresa delega todo este trabajo únicamente sobre un técnico, que además suele ser alguien joven y recién llegado a la empresa, lo mejor que puede pasar es que las cosas acaben mejorando ligeramente. En ese caso el técnico es casi un héroe.
Lo normal es que el plan quede colgado, el técnico abandone la empresa y venga otro, para repetir todo el ciclo con el mismo resultado.
Te puedes imaginar que el resultado a la larga es complicado.
¿De qué depende el éxito de un plan de mantenimiento?
Solamente cuando la gerencia está comprometida con el plan, y además ha definido la política a seguir, el técnico puede comenzar a trabajar en ello.
Ahora sabrá en qué debe enfocarse. Sabe si debe cambiar el aceite antes de que se ensucie, analizarlo para esperar al momento óptimo, o esperar a que huela a rata muerta para sustituirlo.
Podrá elaborar un sistema que se adapte a la política de la empresa.
Una parte peliaguda será medir los resultados, porque muchos datos son demasiado subjetivos para dar una visión clara de las causas que motivan estos datos.
Sin embargo, en las pequeñas y medianas empresas, no es necesario medir tanto.
En una fábrica de coches, por ejemplo, si un robot puede realizar su trabajo en diez segundos menos, significa mucho, pero mucho dinero al cabo del año.
Por eso se mide y analiza todo.
En una pequeña fábrica de productos artesanales, si los procesos son variables, puede ser más caro medir y analizar los datos, que no hacerlo.
Serán los datos habituales los que indiquen cómo evoluciona el sistema: producción mensual, gastos de mantenimiento, etc.
En este tipo de empresas, los directivos suelen estar más en contacto con el personal, así que los resultados se perciben habitualmente, sin necesidad de elaborar largos informes perfectamente encuadernados.
Los mejores resultados deberían surgir de la combinación de un técnico que sepa cómo elaborar un plan de mantenimiento, y de un gerente que sepa definir una política adecuada.
En muchos casos, ni siquiera es necesario que el técnico tenga mucha experiencia en esta tarea.
Si la política está bien definida, y los recursos son los adecuados, todo debería ir evolucionando de forma natural.
Incluso en el caso que me he inventado (bueno, realmente he ido rememorando casos reales), si el jefe se esfuerza en definir los objetivos con el asesoramiento del técnico, incluso busca algo de ayuda externa, como un consultor, los resultados pueden ser realmente buenos.
Elaborar un plan de mantenimiento es sencillo. Si no sabes hay muchos cursos y libros que te enseñan.
Lo difícil es que los resultados sean los que quieres, si no sabes qué resultados buscas en realidad.
Quédate con esta frase, que resume todo lo explicado:
El mantenimiento lo define un político, y el técnico desarrolla y ejecuta
La palabra político suena muy mal, pero es evidente que el político de la empresa es quien define la política que debe seguir la empresa.
Espero que algún día todos los empresarios sean conscientes de este hecho, y dejen de hundir sus empresas por contratar a un técnico de mantenimiento para que haga el trabajo que ellos no saben.
¿Y tú qué dices?
¿Estás de acuerdo? ¿Crees que debe hacerse de otro modo?
Si es así, me gustaría conocer tu opinión.
Y si te ha gustado, compártelo en tus redes sociales, o con tu jefe 😉
Si te interesa este tema, envío un email cada día a todo el que esté apuntado.
El email lo escribo yo, cada día, sabrás lo que escribo mañana si te apuntas hoy:
Rafael González V. dice
Muy buen articulo, quizás debe agregar que los mantenimientos no son holomogables, cada maquina o marca es distinta, hay muchos que se equivocan aplicando un plan de mantenimiento a todas las maquinas (o unidades) de igual forma.
Julio dice
Buenísimo el articulo.
GAETAN DE BACKER dice
Muy buen artículo.
Yo estoy en la tesitura de proponerme a empresas en tareas de mantenimiento y reparación. Me sirvo mucho ver un poco como está el tema. Creo que deberíamos ver un poco como lo hacen en otros países, como Alemania, por ejemplo. No es una casualidad que tengan un gran prestigio no solo sobre la calidad de sus maquinas sino también sobre la programación de su construcción. Varias veces visité la fábrica de Mercedes en Vitoria y es un gran ejemplo de la importancia de la calidad, de su control, del bienestar de l@s trabajadores, y un largo etcetera…
Esto se puede ir cambiando y creo que somos parte de éste cambio. Por ejemplo teniendo las ideas claras cuando se negocie un plan de mantenimiento con uno u otra empresa. No sé si tienes ejemplos, Eugenio, de como realizar planes de este tipo ?
Un saludo
jose v. dice
Buen articulo…pregunta…¿Como elegir el tipo de mantenimiento que necesita y se ajusta a la realidad de la empresa?
Domingo Dominguez dice
Todavia es un poco mas complicado que eso.
Pienso que el principal problema en empresas (no multinacionales), es que el jefe de mantenimiento, normalmente no tiene un peso decisivo a la hora de tomar desiciones en la empresa. Los planes de mantenimiento, deben de ser difundidos y conocido en todas las areas de la empresa, sobre todo los calendarios de paradas.
Por seguir con el ejemplo del aceite. .. Tenemos prevista una parada de maquina para una fecha determinada y pactada para realizar su mantenimiento. Sin embargo unos dias antes, entra una produccion extra para esa maquina, por supuesto te diran… ¡Ahora no puedes pararla, con todo el trabajo que tiene! y te acaban de desbaratar todo tu calendario.
Tu como jefe de mantenimiento, terminaras peleado con produccion (que lo que quiere es producir, y que realmente de ahi, es de donde sale nuestro sueldo).
Al final es un problema de cultura, y sobre todo los latinos, parece que no lo tenemos aprendido. El comercial, incluso sabiendo que esa maquina le toca pararse en una fecha, venderá productos en esa fecha, e incluso se comprometerá a tenerlos. Produccion se encargará de que esten fabricados para cuando ha dicho el comercial, y el gerente estaráb contento porque ha ganado dinero. Lo triste del caso, porque me ha pasado muchas veces, es que al cliente final, nunca le hubiera importado esperar uno o dos dias mas por el producto. Pero nadie , si quiera se lo planteó en su momento.
Quimsa ITW dice
Un plan de mantenimiento industrial está abocado al fracaso por la poca conciencia que hay sobre ello. No hay más. Por muy necesario que sea, ni se le dedican recursos ni tiempo. Lo malo es que, como dicen más arriba, hay directivos con “estudios de ingeniería” que exige el plan pero lo limitan los planes de mantenimiento aún siendo más conscientes que nadie de la importancia de los mismos.
Eugenio Nieto dice
Desgraciadamente no te falta razón.
El problema de la falta de conciencia es más común de lo que parece.
Sin embargo, cada vez hay más empresas que hacen las cosas bien.
Esto hace que sus vecinos acaben fijándose en su éxito y al final acaben copiando algunas prácticas.
El cambio cultural es lento, pero inevitable.
Saludos
RAFAAEL dice
ESTE ARTICULO ES EXCELENTE, SIEMPRE LA DIRECTIVA SON NUMEROS, SABEN EL DINERO QUE PIERDEN CUANDO UNA MAQUINA O UNA LINEA PRODUCTIVA SE PARA POR AVERIA Y HAY QUE CORRER Y NO SIEMPRE SE DA CON LA MEJOR SOLUCION.
PERO NO SE SABE EL DINERO QUE SE AHORRA CON UN MANTENIMIENTO PREVENTIVO, SOLO SABEN QUE CUESTA DINERO Y SUELEN TENDER AL AHORRO Y AL FINAL SALE TODO MAS CARO
Eugenio Nieto dice
Poco a poco iremos cambiando esta cultura, aunque para eso debemos hacer bien nuestro trabajo
Mauricio González dice
Excelente artículo, un d´javú. Para mí práctica y teoría van unidas para alcanzar el éxito. Nos encontramos con muchos problemas en nuestro trabajo, pero debemos ser inteligentes y saber vender las ideas para lograr el objetivo. Mucha pasión en lo que hagan los hará grandes.
Eugenio Nieto dice
La pasión es el motor del éxito
Michael Cortez dice
Interesante artículo, a mis 24 años e interesado en realizar gestión de mantenimiento me he enfrentado con algunos problemas: Bajo dominio de finanzas y contabilidad para hablar en términos económicos sobre la ventaja de un equipo o técnica al área de gerencia. Motivar al personal. Romper la barreras del sindicalismo instaurada en personal obrero y técnico. Comunicación entre todas las áreas. Mayor conocimiento en el campo (punto importante, creer que saber todas la teoría y cursos por haber pero no saber y conocer soldadura, hidráulica, o cómo desaflojar una tuerca oxidada, etc te pone en desventaja).
Eugenio Nieto dice
Cambiar un sistema siempre tiene contratiempos.
Lo importante es definir los objetivos y que todo el mundo los entienda. Así se irá viendo qué circunstancias y decisiones nos acercan o nos alejan de ellos.
Miguel dice
Precisamente en una empresa anterior donde estuve trabajando me encargaron que elaborase un plan de mantenimiento preventivo para toda la maquinaria de la planta.
Me llevó un par de meses confeccionarlo y cuando lo presenté recibí todo tipo de felicitaciones y alabanzas por mi “brillante labor”. Naturalmente no me dejaron ejecutarlo nunca. Tan solo debía rellenar los formularios de mantenimiento periódico para que los viese el auditor de calidad en sus auditorías periódicas. Mientras tanto, la maquinaria se averiaba en el peor momento y había que repararlas, de cualquier manera, para que no parase la producción. Y si me enrocaba en mi postura de hacer preventivos me emplazaban a realizarlos los fines de semana o en vacaciones.
Al final me marché de la empresa. Quizás fue una reacción cobarde pero no podía trabajar con esa farsa.
Eugenio Nieto dice
Para mí, lo realmente cobarde es devaluar tu trabajo para adaptarte a una situación poco profesional.
Desgraciadamente, algunas personas (quizás demasiadas) lo hacen, por miedo o por necesidad, y dejan de disfrutar de su trabajo.
Además, cuando solucionan una avería no se alegran, porque saben que solo ha sido un parche y volverá a dar problemas.
Es muy difícil trabajar es estas circunstancias, así que irte de la empresa no es cobarde, al contrario, dejas la comodidad de seguir la corriente a cambio de la incertidumbre de volver a empezar desde cero.
José Antonio dice
No lo podías haber definido mejor. Es más habitual de lo que sería deseable, pues normalmente un directivo incluso con «estudios de ingeniería» (los estudios no hacen al verdadero ingeniero) es quien exige el plan pero lo limita en recursos y medios, principalmente alegando la reducción de plantilla. Hay muchos Directivos con «estudios en ingeniería» que lo único que tienen de ingenieros es el título, realmente son comerciales que no tienen idea de cómo gestionar una planta.
Eugenio Nieto dice
Cierto José Antonio.
Espero que poco a poco las universidades tomen nota de estos problemas e intenten mejorar, no solo la formación técnica, sino la capacidad de definir políticas de empresa, que al final es lo que desencadena el éxito o el fracaso de cada departamento.
David dice
Muy buen articulo y lo has clavado. Hace varios años me encontré en esa situación, pero gracias a dios me di cuenta rápido y me marché en tres meses. Lo único que te falta poner es que ponen a un «pardillo», con la excusa del plan mantenimiento, para que le vayan caiendo los «marrones» de los paros. Saludos
Eugenio Nieto dice
Totalmente de acuerdo, David.
pedro pablo dice
Muy buen articulo muchos nos de nosotros nos vemos reflejados en el gracias
Eugenio Nieto dice
Sabía que no era el único 😀 😀 😀
Luis Tobar dice
Excelente articulo me quedo mas claro sobre como implementar en una empresa el plan de mantenimiento.
Felicitaciones
Eugenio Nieto dice
Gracias Luis.
Saludos
Adrian Vizcaino dice
El problema con muchos de los gerentes es que no saben como algunas herramientas de mantenimiento pueden ayudarles a reducir costo, mejorar la disponibilidad de los equipos y ser mas competitivos, por ejemplo:
Algunas compañías tienen planes de mantenimiento preventivo que ejecutan de manera regular el cual les resulta bastante costoso, pudieran reducir tales costos aplicando Mantenimiento Predictivo según convenga.
Otras tienen planes de mantenimiento preventivos obsoletos (Solo por tenerlos), y que no garantizan que la maquina presente el mínimo de fallas lo que quiere decir que son inadecuados. Están mal elaborados.
Otras adolecen de una mala o ninguna planificación lo que no les permite aprovechar mejor el tiempo del técnico.
En general un plan de mantenimiento exitoso requiere que todos estén involucrados y sean responsables (Mantenimiento, Proyectos, Manufactura, La gerencia, Calidad) a través de una política que se cumpla y se insista en cumplir, y englobe elementos o herramientas como mejora continua, métricas, análisis de fallas y un mantenimiento enfocado en el negocio.
Eugenio Nieto dice
Estoy de acuerdo Adrián.
Para mí, el éxito de un plan de mantenimiento pasa por que la gerencia tenga la voluntad de hacer las cosas bien.
A partir de ahí, si no tienen los conocimientos necesarios, siempre pueden formarse, o recurrir a un consultor para que les guíe durante el proceso.
Es difícil saberlo todo, por eso hay que buscar a las personas con el conocimiento adecuado.
No siempre es necesario que el técnico que va a desarrollar el proceso lo sepa todo.
Se puede recurrir puntualmente a un consultor para definir una hoja de ruta, con la que el técnico y el resto de la empresa podrán seguir trabajando.
iker dice
Buenísimo. Lo de la mesa de madera cara me ha encantado.
Eugenio Nieto dice
Hay demasiadas mesas caras por el mundo 😀
JOSE ARMANDO HERNANDEZ dice
ES LO MISMO EN TODOS LADOS TE CONTRATAN Y CUANDO QUIERES EJECUTAR NO TE DEJAN
Y AL FINAL ERES EL MALO Y NUNCA SE PREOCUPAN POR LO PREVENTIVO SOLO LO CORRECTIVO
Eugenio Nieto dice
Yo no diría que ocurre en todas las empresas, aunque lamentablemente es bastante común.
JOSÉ CONTRERAS dice
EXCELENTE ARTÍCULO.
FELICITACIONES
Eugenio Nieto dice
Gracias José
Ramiro dice
Excelente articulo y muy real ,otras veces la parte de gerencia piensa que eres un mago para arreglar una fala ,pero los cuesta aceptar que tienes que invertir para instrumentos de medicion y prefieren parchar momentaneamente el problema y no piensan en capacitar a la gente .
Eugenio Nieto dice
Lamentablemente, en las escuelas de gestión de empresas no se habla sobre mantenimiento.
Muchos empresarios han aprendido por la vía mala, tras perder a un cliente importante por culpa de las averías, o cosas peores.
Lo más curioso es que los que se lo han tomado en serio desde el principio son los que más han crecido en poco tiempo.
Es cuestión de ser reactivo, reaccionando a los problemas cuando ocurren, o ser proactivo, actuando antes de que sucedan.