Totalmente cierto.
Reparé una máquina.
Fue una reparación provisional.
Faltaban unas piezas y tuve que hacer un arreglo para salir del paso.
Pedí las piezas de recambio.
Pasaron unos seis meses.
La avería se repitió.
Las piezas no habían llegado.
Tuve que repetir el arreglo provisional.
Pasé un informe explicando lo sucedido.
El pedido no lo había gestionado yo.
Al día siguiente, las piezas nuevas estaban sobre la mesa.
Cuando la persona responsable iba a descolgar el teléfono para llamar al proveedor, éste entraba por la puerta con una caja.
Dentro estaban las piezas pedidas.
¿Casualidad?
¿Causalidad?
No lo sé.
Ya no importa.
Lo importante es que pude terminar la reparación definitivamente.
Lo otro importante es que hubieramos ahorrado tiempo, trabajo, producción, y dinero, si las piezas hubieran llegado un día antes.
¿Qué es lo que debemos aprender en estos casos?
Que es importante saber lo que pedimos, cuándo lo pedimos, a quién lo pedimos, en qué situación está el pedido, etc.
Así podemos hacer seguimiento, y no esperar a que la avería se repita, con todas las consecuecias negativas.
¿Pero cómo gestionamos pedidos de hace seis meses?
Hay herramientas simples, como listas de tareas.
Y hay herramientas potentes, donde puedes ver todo lo que hay pedido y su estado.
De un simple vistazo.
Sobre todo, que todo el mundo pueda acceder a esa información.
Si una persona genera el pedido, otra lo tramita, otra lo paga, otra lo recibe…
Al final se pierde información, o lo peor, se pierde el material.
Con una buena herramienta todo esto es muy fácil y rápido.
¿Qué herramienta es la mejor?
Para mí, y para quienes ya la usan, es Zafirplan.
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