Dos situaciones.
Reales.
Las dos las he vivido personalmente.
Caso 1
Envasadora que no funciona.
El cliente muy nervioso.
Unos sanjacobos que deben envasarse en atmósfera protectora.
Ya están fabricados.
Solo falta envasarlos.
Si no se hace, absorberán humedad del aire y empezarán a fermentar.
Aunque se conserven en frío.
Deben envasarse ya, para quitarles el oxígeno.
Me llaman, y voy lo antes posible.
Un relé está dando problemas.
Los contactos fallan.
Como no tengo recambio, desmonto el relé y cepillo los contactos.
Los limpio con alcohol isopropílico.
Lo vuelvo a montar, y la máquina funciona.
He tardado menos de una hora.
La máquina ha estado parada menos de tres horas, en total.
Misión cumplida.
Caso 2
Una puerta no cierra bien.
Se trata de una puerta que separa una sala de elaboración de un pasillo.
Es una fábrica de alimentación.
Las puertas son importantes.
En este caso, es una puerta oscilobatiente que se abre empujando, en ambos sentidos.
La bisagra se ha desencajado.
Como la mayor parte de sus piezas son de plástico, varios tornillos han roto la rosca.
Hago taladros nuevos y coloco remaches de aluminio.
Tardo unos 15 minutos.
No ha afectado a la producción.
Documentación
Ahora viene lo importante.
Estos dos casos ocurrieron hace unos 10 años.
En ambos casos, anoté en un papel lo que hice, cuánto tardé, y qué material utilicé.
Al llegar a mi taller, lo pasé todo a mi GMAO.
Los dos casos quedaron documentados en mi aplicación.
Me llevó menos de dos minutos registrarlos.
Tiene sentido ¿verdad?
Pues pocas personas lo hacen así.
Porque la mayoría de las veces, el caso 1 se documenta, y el caso 2 se olvida.
Total, era una reparación sin importancia, y solo se tardó unos minutos.
Error.
Por experiencia, sé que el fallo de la puerta no ocurrirá una sola vez en la vida.
Serán muchas reparaciones.
Una puerta por la que pasan personas, palets llenos de material, carretillas, carros…
Recibe muchos golpes, se abre y cierra muchas veces.
OK, pero…
¿Por qué es tan importante?
Pues porque esa pequeña avería se repetirá muchas veces.
Y a lo largo de los años, esos minutos se acumularán, convirtiéndose en horas.
Si se tiene la información registrada y organizada, con un par de clics se sabrá cuánto tiempo y dinero cuesta mantener esa puerta.
Y se podrá saber con claridad si resulta más barato montar una puerta más robusta, o automatizarla para que se abra sin tocarla.
Pero hay más…
Todo esos minutos dedicados a reparar la puerta ¿no se podían haber dedicado a otra cosa?
La realidad es que muchas empresas pierden mucho tiempo en reparaciones menores.
Como no lo controlan, ese tiempo acaba ocupando la jornada completa de una o varias personas.
Es decir, están pagando salarios que podrían ahorrarse comprando puertas más robustas, por ejemplo.
Para entendernos:
Si tengo 100 puertas, y a cada una se dedican dos horas al mes en su mantenimiento…
Necesito 200 horas al mes para mantenerlas.
Eso es más o menos una persona dedicada exclusivamente a esta tarea.
Contratar a una persona puede costar a una empresa entre 40.000 y 60.000 euros/año.
Imagina que una puerta más sólida, que no necesite mantenimiento, cuesta 1.000 euros más que las actuales.
Cambiando el tipo de puertas, esa persona dedicará menos tiempo a mantener las puertas.
Y podrá dedicar ese tiempo a tareas más críticas.
A las averías menos predecibles, o que causan más impacto en la seguridad, calidad y productividad de la empresa.
Pero eso nunca se sabrá si no se documenta.
Si no se registra cada intervención, para la empresa el mantenimiento de las puertas cuesta cero euros.
Ya ves el error estratégico que se está cometiendo.
Porque la empresa estará dedicando recursos a los problemas más llamativos, que pueden ser los más críticos, o no.
La información es poder.
Sobre todo si está tan bien organizada que se puede procesar en pocos clics de ratón.
¿Sabes cómo documento todo esto tan rápido?
Puedes ver cómo documenté un caso real en el vídeo que está dentro de este artículo del blog.
La aplicación que usé en ese caso, ahora tiene otro nombre, aunque la forma de trabajar es parecida (ahora es más rápido y sencillo).
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